Más forro es, más nos encanta. Menos bola nos da, más lo buscamos. Decís 'te juro que no le hablo más' y le volvemos a hablar siempre. Te hacés la que sos feliz pero te re dolió su indiferencia. Abrís su conversación y por orgullo no le hablás, pero mirás su fotito con cara de
Cuando lo estás superando, el siempre aparece y te caga la vida otra vez.