Obsesionario me enseñó que está saliendo el sol para vos y está bailando mi corazón, que ella tiene un look, dibuja mi destino con rouge, tiene swing y todo lo que necesita de mi, que hay noches, nena que soy como vos. Me enseñó que ella es el hada perdida que un día dormida en mi vida cayó, que "beautiful" suena como "libertad", que tuve un amor anterior en la noche del día después que te vi, que este amor es mentira pero también es verdad, que nada en el mundo me gusta más que abrazarte y después despertar. Me enseñó la desilusión cuando amagas y tiroteas sin terminar las cosas, que mi casa puede ser un desastre pero mi vida un poco más y que son muy caros los precios del amor, que simplemente pasa que tengo ganas de verte, que algo habré perdido que ando tan comprometido en buscar adentro tuyo algo que está dentro mío, que creo que buscarte es menos digno que pensarte, más difícil que encontrarte y menos triste que olvidarte, que no se que está pasando con vos y que lloré la noche del apagón. Me enseñó que vos, loca, no entendés nada de vivir, ni del amor, que me gustás así de loca, inestable y caprichosa y que mucho mejores que el vino son los besos de tu boca, que la nostalgia es un espejo que duplica lo vivido, rescatando nuestro tiempo de las garras del olvido, que no tengo más nadie que pelear más que conmigo, porque eternos como el tiempo son la noche y el vacío, que nado hasta encontrarte en este salvaje río, porque no me queda nada que perder que lo vivido. Me enseñó que cuando vos no estás se siente fuerte, me pongo loco y cuando duerme Buenos Aires desespero por volver a verte, que todos los domingos son delirantes (o dominguicidios), que escucho voces que me dicen "andate", y a donde vaya, siempre voy a llevarme que está aturdida la consciencia que perdí, y estoy perdiendo en esta guerra contra mi. Me mostró que no di más y le di noches exóticas a mis ideas neuróticas para poder encontrarme, que te olvidas de lo que pasa si te estás moviendo, que no hay un consuelo para el duelo, más que la resignación y me llevó a preguntarme ¿es el dolor o el olvido?. Me enseñó a no querer olvidar la noche que la vi bailar, a pesar que se movía como loca, inestable y caprichosa y era triste como mi ciudad, que te dí todas mis noches y mis mejores melodías en las noches y los días, pero sin lamentos ni reproches, y que destinado a padecerte, sigo loco como siempre inventando lo que sea para verte, que en un rincón de mi memoria sobran noches de tristeza, poca gloria y soledad y que en el hueco de los años más dorados caben tus ojos prestados y un "adiós" para olvidar y a bailar tu milonga preferida, que está oscuro todavía, porque amanece y se nos acaba la vida. Me enseñó que para olvidarte tengo que viajar a Marte, hacer trescientos años de terapia, decidir dejar que pase el mes de abril, juntar todas las hojas del otoño, que hay que tener en el bolsillo un almanaque sin domingos, un crucero y navegar en un océano sin mar y tomarse toda el agua de la lluvia, que en realidad hay cosas que no voy a olvidar, como tus ojos de soledad la tarde que los hice llorar, que juntando cuatro patas de conejo, con sal gruesa y repitiendo ante el espejo "voy a olvidar", tal vez yo pueda deshacer el nudo que nos ata en este hechizo, que desde el día en que te fuiste no hago mas que despedirte, y que si no te olvido, dicen que puede doler mucho más de lo que duele y que cuando te tengo en mi memoria estás acá. Me enseñó que ESTA ES LA COMUNIDAD y es el grito de la ciudad y que chicos y chicas vienen y van, pero esta es la comunidad! También me enseñó que la noche llama para ver la muerte del sol, porque es el idioma del deseo, corazón, que soy vulnerable a esta eterna tentación y todo lo que describen estas canciones. Que una revelación, es una eterna fantasía y una caída mejor, una psicótica manía, que es solo mi corazón, que es más tóxico que mi vida y que te vi tan herida, perdida. Que el cielo de esta mañana tiene el color del ayer, que eeso que ves, también soy yo: el vacío que deja la noche y la desilusión. Que esta tormenta dejó solo tristeza, este silencio me aturdió la cabeza, ya me ganó la depresión por knock out y las noches de insomnio violentas, me quieren matar, que estoy buscando y está todo perdido, que soy una huella en el camino del olvido y que en Buenos Aires se complica más y no hay nada en el mundo mas triste que esta soledad. Me contó historias que tratan de vos, de mi y de noches enteras sin dormir, me enseñó a perseguir una verdad escrita en un papel, de un sueño amenazado como el cielo de Babel y a escribir "te extraño tanto" en el diario del espanto... Tan Bionica, Obsesionario, 12 hermosas historias, miles de sentimientos y todos los que sufrimos por amor, nos sentimos más identificados que nadie. Gracias por tanto, Tan Bionica.