No me creo el cuento del que pierde gana. Creo que hay que ganar o seguir tratando hasta lograrlo, pero cuando ya no sabés qué hacer para que las cosas salgan como esperás, el tiempo no se puede volver atrás. Si te equivocás es por algo, aunque desees con todas tus ganas que todo hubiese sido perfecto. Las cosas pasan una sola vez, nunca vivirás la misma situación, eso queda en el recuerdo. Pero hay que seguir adelante y dejar todo en manos del destino, el tiempo y la suerte. Pero aprendí que en un punto, todo te dice, ya está, deja que la aguja del reloj siga girando. No nades más en contra, porque te vence. Es mejor volver a la orilla antes de seguir nadando y terminar ahogándose.